“Aprendí a tallar piedra de Huamanga desde los 15 años gracias a mis hermanos, y hoy realizó trabajos con identidad cultural de Ayacucho”, sostuvo Benigna Flores Gálvez, fundadora de Ruraq Rumi, quien lleva más de dos décadas de experiencia, elaborando cofres, obeliscos, portarretratos, jaboneras, azucareras y piezas decorativas con valor cultural. Desde hace dos años incursionó en la elaboración de muñecos tejidos (amigurumis) hechos con lana de algodón antialérgica. A través de tutoriales en internet, perfeccionó su técnica para ofrecer productos seguros y creativos para niños.

Informes a través de www.coopsantamaria.com.pe
Desde su puesto ubicado en el mercado artesanal Shosaku Nagase (ex penal), Benigna ofrece sus creaciones al público local y turistas. Aunque todavía no ha tenido la oportunidad de participar en ferias nacionales, ha recibido capacitaciones para mejorar sus tejidos y acabados. “Estoy preparándome para salir a otras regiones; mis productos tienen potencial para llegar más lejos”, aseguró.
Su trabajo es una fusión entre lo utilitario y lo decorativo, que responde a las tendencias actuales sin perder la esencia ancestral. Además de la venta directa, acepta pedidos a través del número 963 223 855. Su meta es fortalecer su marca y expandirse a nuevos mercados.
Finalmente, hizo un llamado a otras mujeres emprendedoras a capacitarse y perfeccionar sus técnicas. “La piedra de Huamanga tiene acogida, pero hay que innovar en diseño para que los productos sobresalgan”, afirmó.
Animó a madres de familia a participar en talleres que permitan mejorar sus acabados y ampliar sus posibilidades de venta. Considera que el valor de un producto artesanal está en su historia y funcionalidad. Su experiencia demuestra que, con perseverancia e innovación, el arte popular ayacuchano puede seguir creciendo.