Crisis de empleo en Ayacucho: informalidad laboral se eleva a niveles críticos y se podría disparar al 78%.

En el último año de un 70% a 74% y se prevé que más adelante este porcentaje se podría elevar hasta un 76% a 78%, lo cual resulta preocupante para la economía local y el bienestar de los ciudadanos.
En el último año de un 70% a 74% y se prevé que más adelante este porcentaje se podría elevar hasta un 76% a 78%, lo cual resulta preocupante para la economía local y el bienestar de los ciudadanos.
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REDACCIÓN

La economista de la Universidad San Cristobal de Huamanga, Katherine Layme Bautista, advirtió que la informalidad laboral en la región Ayacucho se incrementó en el último año de un 70% a 74% y se prevé que más adelante este porcentaje se podría elevar hasta un 76% a 78%, lo cual resulta preocupante para la economía local y el bienestar de los ciudadanos.

En tal sentido, Layme Bautista señaló que para revertir esta situación la región necesita apoyarse en la inversión privada donde se destaca la inversión minera ya que además de generar puestos de trabajo de forma directa e indirecta, también aporta a la economía local mediante el pago de canon, regalías y otros conceptos que sirven para la ejecución de obras públicas.

“Necesitamos la inversión del sector privado y allí tenemos a la minería que es una de las actividades económicas que más empleabilidad generan de manera directa e indirecta con los respectivos beneficios laborales, además que dinamiza a otros sectores. La minera siempre ha sido una de las actividades donde se apoya la economía para sobrellevar los momentos de crisis”, declaró.

 La economista precisó que actualmente el Producto Bruto Interno (PBI) de la región Ayacucho, que es el indicador del estado de salud de la economía, se encuentra estancado porque se tiene diez proyectos mineros que debieron concretarse este año, pero se encuentran entrampados a nivel administrativo retrasando la captación de ingresos económicos en la región.

Recordó que las autoridades regionales y locales cuentan con los ingresos del canon y regalías mineras, recursos que deben ser utilizados en proyectos de construcción de infraestructura para los sectores de educación, salud, u otros que sean de beneficio de la población.

“Definitivamente hay mucho que hacer en infraestructura para salud, educación. El canon minero es un gran ingreso para las municipalidades, pero lamentablemente en algunos casos se pierde en la corrupción y la malversación, eso lo que genera más insatisfacción”, concluyó.

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