“En el colegio Santa Rosa de la provincia de La Mar existen 13 columnas con fisuras y sobrepeso, con riesgo de derrumbe”, alertó Julio Ernesto Valdez Cárdenas, presidente de la Comisión de Educación, tras su visita de fiscalización a instituciones de Corculla, San José de Ushua, Oyolo, Pomacocha, Colta, pertenecientes a la provincia de Páucar del Sara Sara; así como Coracora, provincia de Parinacochas. El consejero regional enfatizó que mientras en las urbes se levantan colegios monumentales, en las zonas altoandinas persisten aulas precarias y jardines que funcionan bajo techos de calamina sin cerco de protección.
El informe revela que más de la mitad de las 150 instituciones supervisadas este año presentan daños en su infraestructura, sin acceso a laboratorios, bibliotecas ni aulas de innovación tecnológica. “Los estudiantes no pueden seguir formándose en locales que están al borde del colapso”, añadió Valdez, subrayando la urgencia de priorizar a la educación rural frente a inversiones millonarias en obras deportivas como el Complejo Deportivo Los Vencedores de Ayacucho.
El consejero pidió que el Gobierno Regional de Ayacucho elabore estudios reales y destine recursos en función a las necesidades críticas de los pueblos altoandinos. “La educación es tan vital como la salud, pero hoy en las zonas periféricas se estudia como si siguiéramos en la Colonia. Urge voluntad política para cambiar esta realidad”, finalizó.