REDACCIÓN
Sin duda, los criadores e hijos ayacuchanos que conforman la Asociación de Criadores de Vicuñas Emanuel, son un ejemplo a seguir. Y es que la constante reducción del costo de la fibra de vicuña no los desmotivó. Por el contrario, continuaron adelante y decidieron darle valor agregado a su producción y emprendieron en la elaboración de sombreros, los cuales hoy no solamente conquistan el mercado nacional, sino también el competitivo continente de Europa.
Al respecto, Armando Pariona, representante de dicha asociación que en la actualidad es conocida con la marca “Wari Ayllu”, informó que tienen más de 15 años conservando y protegiendo a un aproximado de 2 mil vicuñas en las gélidas alturas de la comunidad de Challhuamayo, ubicado en el distrito Apongo, provincia Fajardo. Es ahí donde en los últimos seis años decidieron brindar valor agregado a la fibra y, de esta manera, generar mayor rentabilidad para sus asociados. Pero sobre todo, para garantizar mejores condiciones de vida a los camélidos sudamericanos, quienes cuentan con agua, pasto y libres de sarna.
“Nos encontramos sobre los 4 mil 500 metros sobre el nivel del mar y pese a las condiciones climáticas hemos decidido emprender y darle un giro diferente a nuestra producción. Por eso, iniciamos a elaborar sombreros de calidad. Ya era momento de cambiar y dejar de exportar fibra de vicuña como materia prima. Hoy vendemos nuestros productos al mercado nacional e internacional, entre ellos Europa”, aseguró Pariona.