Janice Seinfeld, fundadora y presidenta del Directorio de Videnza Consultores
La anemia, enfermedad que se produce por la poca cantidad de hierro en la sangre, es uno de los graves problemas de salud pública del Perú. Esto porque quienes la padecen en la infancia arrastran problemas irreversibles durante toda su vida, como bajo desarrollo y rendimiento escolar, y poca productividad laboral.
La Organización Mundial de la Salud calcula que la anemia afecta al 20% de los niños de 6 a 59 meses de edad en el mundo. En el Perú, según los resultados de la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la prevalencia de esta enfermedad en niños y niñas de 6 a 35 meses fue de 42.4% en 2022. Peor aún, esta cifra representa un incremento en 3.6 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. En Ayacucho, la prevalencia fue de 50.7% en 2022 y de 49.8% en 2021.
¿Por qué la anemia es tan alta entre los niños peruanos? Algunas razones son la alta tasa de madres adolescentes y de madres desnutridas, la pobre ingesta de alimentos ricos en hierro y el poco uso de suplementos de hierro como complemento a la alimentación. Otras causas son la alta tasa de infecciones, diarreas y parasitosis, la pobre calidad del agua y prácticas de higiene no adecuadas.
¿Cómo podemos reducir la anemia entre nuestros niños? Necesitamos decisión política en todos los niveles de gobierno. Además, acompañamiento permanente para promover la nutrición adecuada y el consumo de suplementos de hierro. Por eso, desde Videnza Instituto, asociación civil sin fines de lucro que plantea propuestas para mejorar la gestión y las políticas públicas en el país, hemos ayudado al GORE Ayacucho en el diseño e implementación de su estrategia de lucha contra la desnutrición infantil y la anemia; esto como parte del acuerdo de cooperación interinstitucional que tenemos con el gobierno regional, en el marco de Propuestas del Bicentenario.
Esta última es la iniciativa fundacional de Videnza Instituto. A través de ella planteamos propuestas concretas en cinco áreas fundamentales: construcción de institucionalidad; estabilidad macroeconómica y sostenibilidad fiscal; construcción de confianza entre Estado, empresa y ciudadanía; Estado inclusivo y enfocado en el ciudadano; y promoción de la economía social de mercado.
