“La papa no es solo un producto agrícola, es parte de una ecuación entre el campo, el mercado y la mesa”, afirmó Ángel Huamán De la Cruz, director del Centro Técnico Juan Pablo II, quien advirtió sobre la urgencia de implementar una política regional de seguridad alimentaria que aborde la producción, distribución y consumo de alimentos saludables en Ayacucho. Indicó que la calidad del alimento no solo depende del campo, sino también de los mercados donde se ofrece y de quienes lo transforman en los hogares o restaurantes.
Huamán expresó su preocupación por la presencia de agroquímicos en productos que se venden en los mercados locales, los cuales se descomponen en poco tiempo. Señaló que estos alimentos pierden su valor nutricional debido a la manipulación excesiva y a la falta de control sobre los insumos que se aplican a los cultivos.
“En dos días, muchos alimentos ya se están pudriendo; tienen demasiados químicos”, manifestó, remarcando el riesgo que esto representa para la salud de los consumidores.
Asimismo, alertó sobre el abandono del campo y la creciente migración a zonas urbanas de Ayacucho, lo que agrava la inseguridad y la informalidad en los llamados bolsones urbanos. Sostuvo que se necesita una estrategia regional articulada para fortalecer el agro y garantizar alimentos seguros para toda la población.
“Hoy en día el campo está abandonado y el 75 % de la población vive en los cinturones de la ciudad”, explicó, exhortando a las autoridades a priorizar este problema estructural.