Mónica Muñoz-Nájar, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), enfatizó que para reducir la pobreza de manera sostenible el país necesita mayor inversión, crecimiento económico y generación de empleo formal, especialmente para los jóvenes.
“Se necesita mucho más empleo, que los jóvenes puedan chambear, que las personas de cualquier edad puedan encontrar una buena chamba bien remunerada”, afirmó. Pues, sin oportunidades laborales, la reducción de la pobreza será lenta y limitada, advirtiendo que al ritmo actual podrían pasar hasta 20 años para recuperar los niveles previos a la pandemia.
Según los datos del INEI, la tasa de pobreza bajó de 29 % a 27,6 % en 2024, una disminución de 1.4 puntos que representa casi 400 mil personas. Sin embargo, Muñoz-Nájar señaló que aún hay más de 9 millones de peruanos en situación de pobreza y alertó que el rostro de este problema ahora es mayoritariamente urbano.
“Más del 76 % de los pobres están en ciudades, y no hay programas sociales enfocados en esta realidad”, explicó. También mencionó que en regiones como Cajamarca, Loreto, Puno y Arequipa la pobreza sigue siendo crítica o ha empeorado.
La especialista indicó que una familia de cuatro personas necesita gastar al menos S/1.816 al mes para no ser considerada pobre, cifra que ha aumentado por la inflación.
“Si su gasto es menor, esa familia se considera en pobreza”, precisó.
Finalmente, dijo que el crecimiento económico debe convertirse en una prioridad nacional para garantizar mejoras reales y duraderas en los niveles de bienestar.